Getting your Trinity Audio player ready...
|
La información la publica The New York Time luego de tomarla de la revista Nature donde se indica que En docenas de otros pacientes que han suprimido el VIH, sin medicamentos, parece que el virus ha sido acorralado en partes del genoma donde no puede reproducirse, informaron los científicos.
El 26 de agosto, un grupo de investigadores informó que una mujer que se contagió de VIH en 1992 podría ser la primera persona que se cura del virus sin someterse a un arriesgado trasplante de médula ósea o incluso sin tomar medicamentos.
Los científicos también dijeron que, en otras 63 personas que participaron en su estudio y que controlaron su infección sin medicamentos, al parecer el VIH se aisló en el cuerpo de tal manera que no podía reproducirse. El hallazgo sugirió que estas personas podrían haber logrado una “cura funcional”.
La investigación, publicada en la revista Nature, describe un nuevo mecanismo mediante el cual el cuerpo puede suprimir el VIH, y que hasta ahora podemos ver gracias a los avances en la genética. El estudio también ofrece la esperanza de que un número reducido de personas infectadas que han tomado terapia antirretroviral durante muchos años también puedan suprimir el virus y dejar de ingerir los medicamentos, que pueden tener efectos adversos en el organismo.
“El estudio sugiere que el tratamiento en sí mismo puede curar a las personas, lo cual va en contra de todo el dogma”, señaló Steve Deeks, experto en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) de la Universidad de California en San Francisco y uno de los autores del nuevo estudio.
La mujer es Loreen Willenberg, de 66 años, de California, quien ya es famosa entre los investigadores porque su cuerpo ha suprimido el virus durante décadas después de una infección comprobada. Solo se ha declarado a otras dos personas curadas del VIH: a Timothy Brown de Palm Springs, California, y a Adam Castillejo de Londres. Ambos pacientes se sometieron a agotadores trasplantes de médula ósea para curar el cáncer que los dejó con sistemas inmunitarios resistentes al virus.
Los trasplantes de médula ósea son demasiado riesgosos como para ser una opción para la mayoría de las personas infectadas con VIH, pero la recuperación de estos pacientes despertó la esperanza de una cura. En mayo, investigadores de Brasil informaron que una combinación de tratamientos para el VIH podría derivar en otra cura, pero otros expertos señalaron que era necesario hacer más pruebas para confirmar el hallazgo.
“Creo que es un descubrimiento novedoso y relevante”, dijo Sharon Lewin, directora del Instituto Peter Doherty de Infecciones e Inmunidad en Melbourne, Australia, acerca del nuevo estudio. “Por supuesto, el verdadero desafío consiste en cómo intervenir a fin de que esto sea relevante para los 37 millones de personas que viven con VIH”.
Incluso entre los virus, el VIH es particularmente astuto y difícil de erradicar. Se inserta en el genoma humano y engaña a la maquinaria de la célula para hacer copias. Por naturaleza, el VIH prefiere merodear al interior de los genes, los objetivos más activos de los copiadores de la célula.
En algunas personas, con el tiempo, el sistema inmunitario caza y atrapa a las células en las que el virus se ha introducido en el genoma, pero un análisis intensivo de los participantes de este estudio demostró que los genes virales podrían estar aislados en determinadas regiones del genoma que están “bloqueadas y cerradas”, y donde no se puede realizar la reproducción, dijo Xu Yu, autora principal del estudio e investigadora del Instituto Ragon de Boston.
“La parte que está en el gen ‘desértico’ simplemente no importa”, dijo Walker. “Revela que mientras estamos haciendo estos estudios, no solo debemos observar la cantidad que está en el reservorio, sino que realmente necesitamos analizar la calidad”.
Desde que los investigadores terminaron el estudio han analizado muestras de 40 controladores de élite y han encontrado un par más de casos que se podrían calificar como curados. “Creemos que definitivamente hay muchos más por ahí”, dijo Yu.
Con la ayuda de Deeks, se están contactando a personas con VIH que han tomado medicamentos antirretrovirales por 20 años o más y que pueden haber logrado desterrar el virus a los desiertos de sus genomas.
Los medicamentos antirretrovirales pueden tener efectos secundarios graves, como enfermedades cardíacas y daño a los órganos, en especial cuando se toman durante muchos años. Una cura funcional, si es confirmada por más investigaciones, transformaría la vida de los pacientes. “Podrían parar sus tratamientos y simplemente curarse para estar saludables por el resto de sus vidas”, afirmó Yu.